Los Libros de Auto-Ayuda y Nuestra Vida Espiritual
Prometen ayudarnos a descubrir quiénes somos, hacia dónde vamos, qué es lo que queremos y pocas de nosotras hemos escapado de su influencia en algún momento de la vida. Pero, ¿qué lugar deberíamos darle -como mujeres cristianas- a los libros de auto-ayuda? y ¿cómo podrían interferir con nuestra fe?
Chris Hazell publicó un interesante artículo sobre el tema en el blog de Word On Fire y no quisimos dejar de compartir su perspectiva contigo. Seguro te ayudará a formar tu propia opinión sobre este género literario tan popular en nuestros días. Aquí los puntos más relevantes de "What Should Christians Think About Self-Help Books?" (¿Qué Deben Pensar los Cristianos sobre los Libros de Auto-Ayuda?).
-"En años recientes ha habido un creciente interés por el auto-descubrimiento: una búsqueda por develar el secreto del yo interno en aras de procurarnos un propósito, un significado y la eterna felicidad.
-"A mediados de mis veintes, yo también caí en esto... Mucho de ello sí resultó ser iluminador: obtuve herramientas para ayudarme a entender quién era yo y qué papel estaba llamado a jugar en el mundo. Pero en ocasiones también se convirtió en algo limitante y estresante... En mis días bajos, pasaba horas analizando cada talento y cada defecto que tenía con la expectativa subconsciente de contar con un entendimiento detallado sobre mi mismo. Cuando esto sucedía, mi búsqueda de auto-conocimiento se volvía un amargo y egoísta ejercicio para alcanzar una ilusión falsamente confortante.
-"Estaba buscando control y seguridad en un mundo que no lo ofrece. En "La Alegría del Evangelio", el Papa Francisco llama a esto mundanería espiritual:
"En otros, esta mundanería espiritual yace detrás de una fascinación por ganar algo en el ámbito social o político, o en su orgullo por saber manejar situaciones prácticas, o en su obsesión con programas de auto-ayuda y auto-realización", Papa Francisco, La Alegría del Evangelio.
-"Debemos estar en guardia y evitar la obsesión con uno mismo. Hay algo de Agnosticismo (la creencia de que es imposible conocer o probar la existencia de Dios) que se vislumbra en algunos programas de auto-ayuda, donde, implícito o no, el auto-descubrimiento podría llevar a un tipo de trascendencia traído por tu propia luz.
-"Podríamos caer en el otro lado del espectro también. Podríamos no poner atención a las formas específicas en que Dios nos está llamando para manifestar su amor en el mundo a través de un conocimiento disciplinado e intencional de nosotros mismos. Estamos cargados de conocimiento de quiénes somos: las fuerzas y talentos que fuimos llamados a cultivar y compartir, las debilidades que debemos enfrentar con disciplina y oración.
-"Pero, ¿cuál es la respuesta más apropiada para ayudarnos a discernir quiénes somos? Podemos pasar tiempo escribiendo un diario o meditando, examinando nuestras relaciones con los demás, circunstancias, bendiciones y sufrimientos en nuestras vidas. Podemos reservar espacio el Domingo para descansar y reflexionar en nuestra relación con Dios, en qué áreas de nuestra vida necesitan mejorar y lo que estamos llamados a hacer... Dios desea revelarse ante nosotros y por nosotros. Quiere descubrir la belleza de nuestro yo interior, su obra maestra, y maravillarse ante su gloria.
-"Es un grave error pensar que cuidarnos y pasar tiempo para discernir quién somos es narcisista... Pero no podemos amar sin sentirnos completos... Llegamos a amarnos a nosotros mismos -sí, al servir a otros y participar en comunidad- pero también a través de la oración, de mentores, reflexiones honestas, aprendizaje espiritual y no espiritual.
-Christopher Kaczor discute en su libro "El Evangelio de la Felicidad" lo siguiente:
"Tenemos una responsabilidad moral de evitar, tanto como se pueda, ponernos en ocasión de hacer daño, en ocasión de pecado. Las emociones negativas son frecuentemente ocasiones para dañar, nuestras responsabilidades morales incluyen preocuparnos por nuestra vida emocional".
-"Mientras más busquemos en nuestro interior, mejores seremos para manejar nuestra salud, discernir la voz de Dios (en lugar de la de nuestros egos), descubrir y compartir nuestros talentos y llevar nuestras cruces y sufrimientos con paz y tranquilidad en el corazón.
-"Hemos sido salvados por Cristo, redimidos por Cristo, y llenados por Cristo. Por eso, a menos que nos asociemos con Él en nuestro camino por mejorar, no descubriremos para qué nos creó Dios, lo que veremos será un simulacro de nosotros mismos -un fraudulento compuesto unido por varios pedazos de nuestro ego-. Con Cristo como nuestro guía y compañero, el camino hacia uno mismo simpre lleva a un amor más grande: por nosotros, por los demás y por Dios".