La Plenitud de Vivir tu Llamado

"Eres llamado a servir a Dios que nos salvó y nos llamó con vocación santa, no en virtud de nuestras obras, sino en virtud de su propósito y de la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos eternos", 2 Tim, 1-9.

Hace nueve años tuve mi encuentro personal con Cristo. Desde chica lo conocía, creía en Él, pero no había tenido MI experiencia personal, esa experiencia que te enamora, que te llena de paz, alegría, gozo y plenitud.

Cuando lo conocí, todos los vacíos sin sentido e inquietudes existenciales se llenaron y descubrí el amor verdadero. A partir de ese momento inició un nuevo camino diferente al andado. La vida cristiana exige conversión y tomé en serio mi compromiso.

Cuando quieres a alguien tienes un deseo inmenso por conocerlo. Así que a pasos gigantes empecé a leer lo más que podía. Era un hambre, una sed insaciable por profundizar en mi fe.

En este nuevo camino, el Señor me hizo una invitación, por medio de una amiga, a participar en un nuevo proyecto que había que construir. Se trataba de formar jóvenes en la virtud de la castidad a través de talleres.

Cuando me dijeron lo que había que hacer me desconcerté, era un tema nuevo para mi. Además, me faltaba formación, nunca había trabajado al servicio de Dios. Después de pensarlo un poco, dije: "¡Va!, es un llamado de Dios y si Él cree que esto es para mi, en algo serviré".

Fue así como mis hermanos en Cristo y yo nos embarcamos en esta aventura, sin imaginar el tesoro tan grande que Él estaba poniendo en nuestras manos. De corazón y con toda nuestra disposición, empezamos a poner cada quien lo que tenía, nos agarramos de la mano de José y María y guiados bajo la dirección espiritual del Padre Ernesto María Caro, con su paciencia y su visión, seguimos adelante con el proyecto "La Plenitud de Vivir en Castidad".

El tiempo apremiaba, pero inspirados por el Espíritu Santo iniciamos nuestro primer taller. El primer grupo fue pequeño, 13 adolescentes, pero dio grandes frutos. Algunos de ellos se hicieron parte del equipo y ahora trabajan con nosotros para difundir la importancia de vivir en castidad.

El llamado a vivir esta virtud no es exclusivo, es para todos. Todos los participantes fuimos creciendo y descubriendo el regalo del amor verdadero, la libertad de optar por el amor pleno, sin ataduras, desde el plan original de Dios.

Hicimos una alianza con Dios a través de un signo, un anillo que lleva perforada una cruz que muestra la naturaleza de nuestra carne, pero que a la vez nos recuerda que en la cruz está la victoria que Cristo pagó con amor: mi salvación y su gracia me bastan.

Para gloria y honor de Dios más de 300 jóvenes han realizado ya esta alianza. Algunos de ellos participan de este proyecto con la convicción de compartir con más jóvenes cómo transformaron sus vidas.

La palabra "castidad" equivale comúnmente a represión, cuando es totalmente lo contrario. Es tan hermoso ver las caras de los jóvenes que entraron con una idea y salen con una nueva visión. Por la felicidad de una sola alma todo el esfuerzo, cansancio y sacrificios valen absolutamente la pena.

Durante estos cuatro años de servicio me han sucedido las cosas más sorprendentes, en cada momento descubro la presencia de Dios. Él nos manifiesta su misericordia y sostiene este proyecto que va contra corriente, que es criticado y que es rechazado por muchos.

Dios tiene pensados proyectos para cada uno de nosotros, para construir por medio de Él cosas grandes e inimaginables. Quiere que todos lo conozcamos a fondo, que sanemos nuestras heridas y vivamos en su amor.

Si en algún momento te sientes motivado o te llega la invitación de servirlo en algún ministerio, escúchalo: Él quiere que juntos le den vida al propósito para el que fuiste creado.

Jaquie Jasso vive en Monterrey. Es comunicadora, mujer emprendedora católica, feliz de compartir la Buena Nueva del Evangelio. Actualmente coordina el Movimiento-Taller "La Plenitud de Vivir en Castidad".