Así Vivimos el Huracán Harvey
Hola, soy Sofía. Estoy felizmente casada hace casi 5 años y mi esposo y yo tenemos una hermosa bebé de 9 meses.
Hemos vivido en varias ciudades de México y Estados Unidos en estos años, a causa del trabajo de mi esposo. Hace poco lo reubicaron para trabajar en Houston y tenemos casi dos meses viviendo en esta bella e imponente ciudad.
Mudarse puede ser una experiencia muy difícil e intensa, por lo menos durante los primeros meses, en lo que te adaptas. Este cambio en particular fue aún más especial porque fue el primero con nuestra bebé.
Además de esto, hace unos días nos tocó vivir el Huracán Harvey que dejó a Houston y a sus alrededores como zona de desastre.
Nunca habíamos estado en una situación así... Con lluvia interminable y un aire fuertísimo que desencadenó la formación de tornados (¡y nosotros que pensábamos que jamás íbamos a pasar por algo parecido!).
Una de las noches más angustiantes de nuestras vidas fue la del primer día, cuando tocó tierra el huracán. Pasamos la noche en casa, tratando de seguir lo más tranquilos posible la rutina de nuestra bebé, pero en la madrugada el celular se volvió loco con tantas alertas. Hubo un momento en el que entramos en pánico total.
No sabíamos muy bien lo que estaba pasando y teníamos que estar listos en caso de tornado o evacuación. Lo que hicimos fue mantenernos los tres juntos y en constante oración, pidiendo que la lluvia pasara pronto y que Dios nos protegiera para estar bien. ¡Ya queríamos que fuera de día!
Fueron días de mucho estrés y miedo. Harvey dejó muchísimos daños en Houston y sus alrededores, pérdidas de vidas y materiales. Nos sentimos sumamente bendecidos de salir ilesos ante este desastre, pero tristes por lo que pasó a nuestro alrededor.
Aquí te comparto qué fue lo que nos ayudó en esos momentos difíciles:
1. Ante desastres naturales, donde no existe control humano, sólo nos queda ponernos en manos de Dios, de María y nuestro ángel de la guarda.
2. La oración fue punto clave en estos días; era lo que me permitía mantenerme más tranquila para poderle transmitir a mi hija y a mi marido que todo iba a estar bien.
3. El apoyo de nuestra familia, aún y cuando estamos lejos, fue muy importante. Siempre estuvieron pendientes de nosotros y sosteniéndonos a través de cadenas de oración. Nos daban fortaleza para estar unidos y confiados en que Dios nos libraría de todo peligro.
4. Vivir día a día con la mejor actitud y dando gracias a Dios, tratando de estar tranquilos y preparados por si necesitábamos evacuar (afortunadamente no fue el caso).
Quiero invitarte a seguir orando pues todavía hay mucho que hacer en Houston después de Harvey.
De igual manera hay que rezar por las comunidades del Caribe, ya que están pasando en estos días por una situación similar. Que Dios los cuide y les mantenga fuertes y con fe, pero también dispuestos a ayudarse cuando sea necesario. (En estos casos más que nunca necesitamos unos de otros).
Nunca sabemos qué tan devastadora puede ser la naturaleza y sólo estando en oración, en comunicación con Dios, podemos fortalecernos ante lo que pase.
Sofía Salomón nació en Chihuahua, México. Es mamá y esposa católica. "Estoy convencida de que las bases católicas son la mejor herencia que podemos dejarle a nuestros hijos y de que la oración es el mejor aliado para tener una vida feliz y plena".