En busca de mi Ideal Personal a los Ojos de Dios
Hace unas semanas en nuestra comunidad de formación, comenzamos un taller para descubrir nuestro "ideal personal".
Nuestra vida tiene una misión y aunque todos podemos tener la "corazonada" o saber que somos buenos para algo, tal vez algunos de nosotros no hemos tomado en serio nuestro propósito y mucho menos hemos pensado a lo que Jesús nos llama con esto.
Pero, así es, nuestra misión nos fue dada desde el principio. Toda nuestra historia, nuestra vida, nuestro carácter, nuestras tragedias y alegrías, tienen un nombre, tienen un "¿para qué?", existe un "¿para qué nací?".
<<Antes de formarte en el seno de tu madre, ya te conocía; antes de que tú nacieras, yo te consagré, y te destiné a ser profeta de las naciones>>, Jeremías 1,5.
Honestamente, antes de iniciar el taller, pensé: "ya no estoy para esto". Sin embargo, al profundizar a la luz del Espíritu Santo, me doy cuenta de que mi corazón aún ansía dar una respuesta, una respuesta más profunda al llamado personal que Jesús nos hace a cada uno, una respuesta original al Amor. Reflexionar sobre esto va haciendo que tome conciencia de mi valor personal: tal como soy, tal como Dios me creó y pensó desde la eternidad.
Un ideal personal nos ayuda a orientar toda nuestra vida y personalidad hacia una misión concreta que estamos llamados a realizar por el Señor.
Y es tan importante y trascendental que, al buscar ésta misión y ocuparnos de ella, nuestra vida logra organizarse y adquirir coherencia.
Te comparto algunos tips que nos pueden ayudar a ti y a mi a encontrar nuestro ideal personal: *Darnos tiempo diariamente para la oración: Encontrar un lugar tranquilo para escuchar la voz de Dios en donde podamos decir: <<Habla Señor, que tu siervo escucha>> 1 Sam, 3 *Hacer una reflexión personal de nuestra vida. *Llevar un cuaderno personal o diario de oración donde tomemos nota de todo lo que recordemos, lo que nos mueve, nuestros anhelos, etc. *Aportes al Capital de Gracias (en Schöenstatt, todo se conquista, así que ¡a ofrecer!). *Pedir ayuda a un sacerdote o religiosa, a un orientador católico que sea de tu confianza cuando se vuelva difícil dar con esa la misión que Jesús te ha encomendado.
Sigamos buscando la voluntad del Señor en Su ideal para nuestra vida de la mano de Mamá María.
Viviana Cano recorre el camino de la fe, esforzándose por ser fiel hija de Dios, esposa y mamá de dos pequeños que diariamente le muestran a Jesús.
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