Tú y Yo somos paja perfecta del pesebre de Jesús
Ayer me puse de mal humor, tenía que buscar regalos para un intercambio de broma y no podía encontrar unos lindos, con un costo económico, como habíamos acordado en familia... ¿Cómo en una época tan linda e importante y un momento tan bonito como lo es envolver regalos para la familia me puedo poner de mal humor? Pasar un buen rato con la familia es una de los momentos que más disfruto y poder colaborar con ello me agrada, el poder usar mis manos para darles algún detalle... ¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué me puse de mal humor? Había desviado mi mirada a lo menos importante, los días concedidos para ir de compras (que no es mi actividad favorita) podían haber sido riqueza para mí, para poder encontrar alguna enseñanza que el Niño Dios quería que aprendiera. ¿Por qué en todos aquellos momentos no pude ver a las personas realmente felices?
Eran miradas de preocupación, miradas fastidiadas, miradas apresuradas, miradas cansadas de tanto ruido, tantas cosas, tanto movimiento...
Mi mirada también era esa, yo sólo quería llegar a casa para tener un "momento de paz, silencio y tranquilidad"... Y en medio de tanta algarabía, estaba el pequeño Niño Dios...
Me acordé de lo que había olvidado y que en este Adviento Él me había regalado y descubrí su mensaje: "para mi eres la paja de mi pesebre" ¿Paja? ¿Una simple PAJA? Y el Niño Dios muy tierno me contestaba: "Tu paja es cobijo para mi, pues es lo que cubre el pesebre de tu vida, no hay PAJA desechable para mi". "Tu paja a veces puede ser tu mal humor, tus quejas, tus anhelos aún no concedidos, tus preocupaciones, tus necesidades, tus crisis, tus enojos, tus tristezas, tus dolores, tus enfermedades, tus momentos de ruido, movimiento y compras navideñas...
Pero también están tus pajas convertidas en alegrías, logros, aprendizajes, experiencias de gozo, de paz, de agradecer, de valorar, de perdonar, de amar y dejarte amar... ¿Cómo vamos preparando el corazón? ¿Cómo vamos haciéndonos conscientes y agradecidas con nuestras pajas?
¿Qué hacemos con nuestras pajas, las desechamos o las ocupamos para que nuestro pesebre esté listo...? "Fija tu mirada en el pesebre, en tu corazón, como fijaron la mirada la Buena Madre y San José..."
"¿En serio pusieron la mirada en el pesebre? ¿Qué tiene de especial ese lugar tan sencillo con tanta paja?"
"Tu corazón es el pesebre, ahí quiero instalarme, quiero descansar ahí en tus pajas, te elijo hoy y siempre, con todas ellas, las pajas viejas y las nuevas, las pajas que quisieras ocultar o desechar, las que quieres poner en primer lugar o las que quieres quitar, con todas ellas te elijo." Todas tus pajas son necesarias para que el pequeño y Más Grande Amor hecho carne se instale de manera perfecta y sublime. Tú, quién has leído hasta el final eres Paja Perfecta para el pesebre de Dios. 《Porque le ha parecido bien habitar en tu corazón y en el de tu familia》 Jn.1:14
Paola Gomez Alvear, hija amada del Padre, abrazada por la Trinidad y María. "Él, el alfarero y yo el barro." Mujer que es hija, hermana, amiga, compañera o conocida. Agradecida de ser parte de la Familia Misionera Verbum Dei. Apasionada por seguir descubriendo al "Cuarteto del Cielo" en vida y compartirlo a través de la oración, la predicación y el testimonio desde lo cotidiano. Apasionada por la educación y la crianza desde la pedagogía de Dios.
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